Reseña
Así se roban la tierra en Colombia es una publicación que recoge los principales debates de control político adelantados en el Congreso de la República por Wilson Arias Castillo en calidad de Representante a la Cámara por el Valle del Cauca. Durante 2010-2014 se le presentó al país una nueva fase de la “contra-reforma agraria” caracterizada por artimañas jurídicas asesoradas por firmas de abogados como Brigard & Urrutia, quienes recomendaron fraccionar las compras de tierras en tamaños que no excedieran la Unidad Agrícola Familiar, las cuales fueron posteriormente englobadas y acumuladas por un mismo grupo empresarial.
Dentro de las principales hallazgos se encontraron: i) que el antecedente de dichos terrenos eran baldíos y por su función social y ecológica no podían estar privatizados y acumulados, de esa manera se violó lo contemplado en la Ley 160 de 1994; ii) en lugares donde el despojo y disputa territorial entre diversos grupos armados y narcotráfico se había presentado con gran fuerza, como en el caso de la Altillanura, se desarrolló una operación a gran escala para apoderarse de grandes extensiones de tierra. Éstas fueron legalizadas a través de Leyes como la 1776 de 2016 que crea las Zidres. Justamente en la región de la Altillanura es donde se encuentra la última gran frontera agrícola que tiene el país, con cerca de 6 millones de hectáreas las cuales son apetecidas por capitalistas nacionales y extranjeros; y iii) el interés en analizar ese fenómeno, radicó en que esas tierras estratégicas terminaron en manos de grandes empresarios para la puesta en marcha de conglomerados productivos que integran vertical y horizontalmente la producción, transformación y comercialización agroindustrial.
En la publicación se evidencian las solicitudes de empresarios que señalaban por la época del gobierno Uribe (2002-2010) que en el país existían trabas burocráticas como la Unidad Agrícola Familiar y que era necesario eliminarla si se quería atraer inversión. Por ello por lo menos en tres oportunidades Álvaro Uribe Vélez intentó hacerlo sin éxito. Posteriormente desde el primer día de la administración de Juan Manuel Santos se retomó dicho objetivo. Esto puso en evidencia que también en materia de política rural en el país hay una continuidad manifiesta en estos gobiernos, los cuales buscan responder a las demandas de instituciones financieras como el Banco Mundial, para perfeccionar así el mercado de tierras y brindar la tan anhelada seguridad jurídica a las inversiones. Para ello el Estado les debe proveer bienes públicos como infraestructura, investigación, electricidad, formalización de la propiedad y una política de subsidios y créditos para proyectos productivos.
Otro elemento relevante hasta el día de hoy es el fenómeno de extranjerización de tierras, que abrió la discusión en el país cuando en el mundo ya era una de las principales preocupaciones, ya que importantes empresas e inclusive gobiernos estaban en la búsqueda de tierras para resolver problemas de inseguridad alimentaria en sus latitudes o simplemente esperan establecer mercados a futuro de commodities.
En el libro se presentan los principales nueve casos investigados durante el periodo de Wilson Arias como Congresista: Mónica Semillas, Poligrow, Cargill, Forest First, Riopaila, Manuelita, Sarmiento Angulo, Mattos y el del primo del ex ministro de Agricultura, Pablo Valencia Iragorri. Se evidencia la manera como acumularon baldíos en zonas caracterizadas por la violencia, en donde se desarrollaron violaciones de derechos humanos, había presencia de estructuras criminales y ligadas al narcotráfico. Dichas empresas a la postre recibieron incentivos y subsidios estatales. A pesar de todas las documentadas denuncias, el balance muestra que la acción de las autoridades ha sido deficiente en el propósito de recuperar las tierras y sancionar a los acaparadores.
Por otra parte, se analiza el acuerdo de paz con las Farc, principalmente en lo referido al punto 1 de Reforma Rural Integral. En el libro se muestra que en el marco de dicho acuerdo, se viene legislando a favor de los acaparadores de tierras y profundizando el modelo agroindustrial de gran escala.
Todos estos temas se recoge en “Así se roban la tierra en Colombia”, los cuales seguramente además de generar interés, preocupación y motivación a otros analistas, provocará discusiones muy necesarias por estos días cuando en el país se habla de post-acuerdo, periodo en el cual el tema rural o agrario es crucial. Se busca mantener la vigencia sobre las denuncias de acumulaciones ilegales de tierras que se contribuyó a destapar y que no debieran pasar a la historia ni mucho menos ser indultadas. Al contrario, el país requiere que se conozca la verdad, que la justicia actúe y se logre garantizar el acceso efectivo a la tierra para los campesinos y campesinas que lo demandan.
Wilson Arias Castillo
Email: wilsonariasc@yahoo.es
Celular: 3113973213
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