Programa Wilson Arias
Opinión

Clara López: ¿hacia el gobierno de transición con la Unidad Nacional?

Una semana antes del primero de Mayo del 2016, Juan Manuel Santos posesionaba a Clara López Obregón como su Ministra de Trabajo y la declaración de “buenas intenciones” no se hicieron esperar: los derechos de la mujer, la juventud, los trabajadores del campo y la informalidad laboral tendrían una especial atención como parte de su compromiso con Santos al aceptar el nombramiento. Por esos días, ella había declarado en un entrevista que “(…) Al pasar al gobierno, uno no cambia de pensamiento, ni de principios, ni de opinión”. Así, con esta perla, Clara López Obregón le hacia el esguince a la evidente incoherencia política de aceptar ser parte del gobierno más eficaz en la profundización de la receta neoliberal desde Gaviria y a la vez seguir posando de “oposición inteligente”. Estas primeras declaraciones de la actual Ministra justificaron que la señaláramos como una “Vendedora de ilusiones” y así se lo expresamos hace un año a los trabajadores en su día.
Clara López: ¿hacia el gobierno de transición  con la Unidad Nacional?
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Ya ha pasado un año y, desde luego, mucha agua bajo el puente. Entonces, es pertinente que la clase trabajadora someta su obra ministerial a la prueba acida del refrán “uno es lo que hace y no lo que dice ser”: Nosotros aportamos estas breves perlas: defendió con ahínco la regresiva reforma tributaria, cual Ministro de Hacienda; Llamó a la Centrales Obreras a ponerse en los zapatos del empresariado en la discusión salarial del mínimo; estableció por decreto el salario mínimo, aún por debajo de lo ofrecido por la patronal, sin considerar la deuda histórica de lo perdido por los trabajadores en el ajuste del mínimo en años anteriores; envió “mensajes de tranquilidad” a llegada de Trump, en el sentido de que mantendría el TLC; manifestó estar de acuerdo con la objeción (fiscal) que hizo el presidente Juan Manuel Santos a la ley que buscaba vincular laboralmente a las madres comunitarias con el Estado, esto es, un sonoro aplauso al principio neoliberal  –hecho ley actualmente–  de sostenibilidad fiscal; presentó ejecutorias insuficientes en materia laboral como grandes avances con el propósito de obtener la admisión a la OCDE del país, ocultando así, la sistemática negativa del gobierno colombiano a cumplir las exigencias que en materia laboral le han hecho al país diferentes organismos internacionales como la OIT, el Comité de Empleo de la OCDE, el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos (USDOL), la Oficina Administrativa Nacional de Canadá (NAO) y las Naciones Unidas.

Estos hechos, para nada exhaustivos, definen a la Ministra. Cabe preguntarnos, ¿sus pensamientos, principios y opiniones… ¿siguen igual? Veamos: según ella, el pasado paro de empleados, trabajadores y estudiantes del SENA no tenía demandas reales que lo motivaran, su causa no fue el prolongado incumplimiento de acuerdos, entre ellos la ampliación de planta de personal, sino una especie de venganza hacia ella por su determinación de ingresar al “Gobierno de la paz”; “lamento que el Dr. Alfonso Prada pague las consecuencias de las peleas internas del polo” espetó sin ningún rubor. Acudir al viejo argumento estigmatizador con que el establecimiento neoliberal deslegitimó por décadas el movimiento sindical, atribuyéndole protervos intereses partidistas de la izquierda, no deja de ser una enorme bajeza y un mentís a la idea de que se puede sostener los principios que han guiado a la izquierda cuando se ingresa al más neoliberal de los Gobiernos!!

En un ataque de fingida dignidad, la Ministra Clara López renuncio al PDA y, como era de esperarse, las “razones de la Ministra” tuvieron en los medios del establecimiento la mejor tribuna. En ellos, Las “razones nuestras” fueron apenas mínimamente consultadas. Lamentamos que algunos medios alternativos regionales replicaran el mismo comportamiento excluyente. De todas maneras, este comportamiento del establecimiento y sus medios no es nuevo para nosotros; es parte de su estrategia de “escoger” la izquierda que se necesita para el futuro gobierno  de transición.

Precisemos: este colectivo convocó a sus militantes, amigos, simpatizantes y opinión pública a refrendar con el Si los acuerdos de la Habana en el pasado plebiscito de Octubre; la solución negociada del conflicto armado ha sido una convicción nuestra que, no obstante la finalización del conflicto con las FARC, se mantiene de cara a los diálogos con el ELN. Por lo tanto, rechazamos la intencionalidad gubernamental de hacerle conejo a lo acordado; los incumplimientos en lo referente a dotación de las instalaciones campamentarias y a la seguridad de los desmovilizados –que ya cobro una víctima por estos días–  son la primera evidencia de esta intencionalidad.

Con el presupuesto anterior reiteramos que el cumplimiento de los acuerdos de la Habana debe ser parte programática de futuros procesos de unidad democrática - popular, su desconocimiento es patrimonio exclusivo de la derecha guerrerista, pero no deben ser el eje programático de estos procesos, ya que son el resultado de una negociación en que el establecimiento neoliberal, representado en Santos, no solo impuso su condición de blindar el modelo, sino que dejó las puertas abiertas para que vía legislación fast track acordada en la Habana  –es decir, rapidito y sin dolor– se legisle contra los intereses populares; prueba de ello: el intento de derogar la ley agraria (160/94) que garantiza los baldíos para los campesinos mediante el trámite de un proyecto de ley vía fast track y en desarrollo del punto primero de los acuerdos de la Habana, intento que ante el rechazo de las organizaciones sociales, ahora intentan aprobar mediante facultades extraordinarias con el decreto-ley de ordenamiento social de la propiedad. A propósito de esto, las organizaciones sociales, algunos congresistas y académicos ya se pronunciaron en contra y ¿las FARC? …seguimos esperando.

Ya los medios empezaron a ambientar el nombre de Clara López Obregón como presidenciable o como vice en fórmula presidencial con De La Calle como lo sugiere Alfredo Molano, quien va más lejos en el delineamiento de la propuesta del “gobierno de transición”: Alianza por tres periodos presidenciales (12 años) entre todos los del Si (los ñoños, los Musa Besaile, los Roy, los Irragorri, más la “compañera” Dilian Fransisca)… ¡todo un insulto a la sindéresis que debe caracterizar el campo popular!!

Mayo 1 de 2017

TALLER POLÍTICO ESTANISLAO ZULETA  

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